Friday, July 29, 2011

OTRO PUNZANTE GOLPE PARA LIBIA


El asesinato del comandante militar rebelde Libio, General Abdel Fattah Younes podría causar una violenta división dentro de las fuerzas anti-gobierno y llega justo en el momento en que una importante ofensiva rebelde está fracasando en  producir importantes ganancias antes de que inicie el mes sagrado Musulmán del Ramadán en agosto, cuando el extremo calor y los ayunos de días completos dificultan la guerra y la hacen más lenta.

La muerte del general, cuyo cadáver junto con los dos de sus más importantes asistentes que se dice fue encontrado horriblemente quemado el jueves, trae al foco de atención una compleja y extensa red de relaciones de poder y rivalidades que se extienden a ambos lados del conflicto. Esta es evidencia de cuan fluida está la situación en Libia, con múltiples capas de lealtades que pueden cambiar en cualquier momento.

El espectro de la invasión de Libia por parte de la OTAN, en otro momento peligrosamente cercano, se ha retirado.

Las bravatas Occidentales de hace solo un mes – cuando los Británicos junto con otros funcionarios, estaban preparando planes detallados para el futuro post-Gaddafi de Libia ha desaparecido ampliamente, ante el desafio de una combinación de eventos en tierra, la falta de voluntad política de los estados miembros para enviar tropas y las fuertes protestas de Rusia, China y otros importantes jugadores internacionales.

Mientras la más reciente ronda de negociaciones entre Gaddafi, la OTAN y los rebeldes se va al fracaso, la guerra civil Libia se está convirtiendo cada vez más en un conflicto por los recursos naturales. Esto significa, en parte, que ambos lados están preparándose para una guerra prolongada. Más aún, les brinda fuerza a los temores de que comenzará una guerra facciosa motivada por la ambición, al igual que en tantas otras partes de África.

Las consecuencias podrían incluir el colapso de la autoridad central, por lo menos en partes del país, guerra tribal de baja intensidad y la proliferación a largo plazo de la violencia en Libia y la región.

La principal alternativa es no menos aterradora: Gaddafi reconquista al país y acaba con todo disentimiento con puño de hierro, aun cuando pueda ser una tarea Sísifesca, dada la intensa proliferación de armas y la radicalización de la población desde el principio de la violencia. Le llevó a Gaddafi décadas tomar el control por completo del país después del golpe que lo llevó al poder en 1969.

La noticia de la muerte del General Younes llegó poco después de que los líderes rebeldes anunciaron su arresto; posteriormente, aclararon que habia sido convocado del frente para ser interrogado por las sospechas de que habia estado ayudando a Gaddafi en secreto. El asesinato ocurrió, supuestamente, mientras venía de regreso y el líder del grupo que lo mató fue arrestado. Para la mañana del viernes, sin embargo, no se dio más información, y existen varias hipótesis sobre quien pudiera ser responsable.

Younes, que había sido considerado, extra-oficialmente, el número dos de Libia después de Gaddafi antes de su deserción en febrero, había sido un socio cercano al coronel desde el golpe en 1969. Como Ministro del Interior, fue responsable de la brutal supresión de disidentes en una cantidad de ocasiones a través de los años y se dice que muchos rebeldes tenían persistentes dudas sobre su lealtad.

El aparente fracaso de la reciente ofensiva rebelde contra el poblado petrolero de Brega, que dio por resultados múltiples bajas, aparentemente, detonó una nueva ronda de sospechas en su contra. Los rebeldes culparon de sus muchas pérdidas a “los traidores”, como un comandante le dijo a al-Jazeera hace 10 días.

A principios de abril, Aisha, la hija de Gaddafi, insinuó durante una entrevista que Younes aún le era leal a su padre. Gaddafi, se dice también, le puso un alto precio a la cabeza de Younes, de forma que la entrevista bien pudo haber sido un intento por desacreditarlo dentro del campamento rebelde, pero es importante destacar que las lealtades viajeras son una característica en el conflicto Libio.

Han desertado numerosos soldados del gobierno, incluyendo altos oficiales, el gobierno afirma que muchos rebeldes han regresado a sus filas. Durante las manifestaciones iniciales, los periodistas Occidentales a menudo se sorprendían de ver a la misma gente participando en una manifestación anti-Gaddafi un día y en una protesta pro-Gaddafi al siguiente.

Es posible que Younes haya tenido múltiples lealtades. Esto tambien significa que por mucho tiempo no pudiera estar claro quien estuvo detrás de su asesinato. Mientras los rebeldes han afirmado que una célula pro-Gaddafi lo asesinó, muchos creen que el liderazgo rebelde estuvo implicado. El New York Times reporta:

Miembros de su tribu – los Obeidi, una de las más grandes en el oriente – culparon evidentemente al liderazgo rebelde de haber jugado un papel en la muerte del general.

El espectro de un violento conflicto tribal dentro de las filas rebeldes toca un temor central de las naciones Occidentales que apoyan la insurrección Libia: que los objetivos democráticos de los rebeldes pudieran dar paso a una guerra civil tribal por los recursos petroleros de Libia. El Coronel Gaddafi ha advertido a menudo sobre esa posibilidad pues el ha batallado para mantener el poder, mientras que los líderes rebeldes han argumentado que su causa trasciende las antiquísimas divisiones tribales de Libia.

Unos reportes hablan de una mayor división dentro del campamento rebelde, entre los desertores que fueron aliados de mucho tiempo de Gaddafi y los revolucionarios con un pasado limpio.

Aún así, en Libia, un “pasado limpio” es algo muy difícil de definir. Para echarle más lumbre a la complejidad de la situación, el principal rival de Younes en el campo rebelde era el General Khalifa Hifter, que desertó en 1987 y vivió en los Estados Unidos antes de regresar en marzo para unirse a la rebelión.,

Hifter, que se dice, goza de la amplia confianza de los rebeldes debido a su pasado “limpio”, está afiliado, supuestamente, a la CIA. Esto hace surgir la posibilidad de que el servicio clandestino Estadounidense pudiera, de alguna forma, estar implicado en el asesinato.

Agréguenle a esto que el dinero y los recursos se están convirtiendo rápidamente en los principales objetivos de la guerra. No es ninguna coincidencia que la mayoría de las más recientes ofensivas se hayan concentrado en el pueblo petrolero de Brega en el oriente. “La batalla en Libia se está trasladando lentamente del territorio a los recursos” reportó Anita McNaught de al-Jazeera hace una semana.

El dinero también ha sido un objetivo principal en el empuje diplomático de los rebeldes Libios para ser reconocidos como el gobierno legítimo Libio por los demás países. Van detrás de las decenas de billones de dólares de los bienes congelados de Gaddafi en el extranjero, así como de ayuda urgente de varios billones de dólares para abastecimiento militar, salarios, alimentos y medicinas.

Algunas fuentes van tan lejos como para especular que los rebeldes pudieran albergar esperanzas de conjuntar un ejército mercenario para combatir a Gaddafi en el futuro, mientras no se pueda confirmar esta información, hay muchas preguntas rodeando la identidad y la conducta de las fuerzas rebeldes. Hasta los reportes que simpatizan con ellos, como los de al-Jazeera, revelan que no son tan democráticos y amantes de la paz como a menudo se les describe.

Las Naciones Unidas los ha acusado anteriormente, asi como a las fuerzas de Gaddafi, de cometer crímenes de guerra. El asesinato de Younes, si es que fue perpetrado por algunos de ellos, sería un ejemplo de alto perfil de tácticas brutales empleadas por sus fuerzas. Si los reportes que les atribuyen atrocidades siguen surgiendo, esto podría minar su legitimidad internacional y la campaña de la OTAN.

En cualquier caso, lo único de la OTAN que, parece ser, confiablemente apoya a las fuerzas rebeldes, está en una estricta, si es que no reconocida, agenda. A muchos países miembros se les está acabando la voluntad política y el dinero para financiar la guerra. Además, la estación del Otoño con sus tormentas de arena en Libia, cuando la efectividad del poder aéreo se verá grandemente disminuida.

Con los prospectos de una intervención terrestre en Libia retrocediendo, los escenarios gemelos de un colapso del frente rebelde y un vacío de poder en el país se apoderan del set principal. En el próximo mes (Ramadán) difícilmente podemos esperar que los rebeldes derroten a Gaddafi por la fuerza. Después de eso, podrían perder a su aliado principal.

De una forma hasta hace poco un escenario indeseado – la división ordenada de Libia entre Gaddafi y los rebeldes, con poder separado y bases económicas en cada parte – está ganando nuevo brillo para los últimos. La alternativa – una aplastante derrota o una fragmentación de las fuerzas rebeldes – con intereses sectarios y criminales tomando precedencia – se está convirtiendo más y más posible con cada semana que pasa.

El escenario de una pesadilla sería una nueva Somalia en la costa del Mediterráneo.


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Por: Victor Kotsev

Tomado del sitio Counterpunch

Traducción el Inglés al Español de su servidora.

Nota: Y todo gracias al brillante de Sarkozy...









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